En esta situación atípica que vivimos, el principal foco de concentración es la crisis creada por el COVID-19. Se nos ha pedido extremar las medidas de seguridad e higiene y en relación a eso, también nos corresponde cuidar del entorno. Desde hace mucho tiempo, hay vecinos que alimentan a los gatos de la calle. En estos momentos, esa labor que tiene sus aspectos positivos, está acarreando otros que no lo son tanto. Se ha detectado la presencia de ratas en los puntos en los que se deja comida para los gatos y ello, puede aumentar el problema sanitario ya existente. Por lo tanto, se pide a las personas que alimentan a esos gatos, que no lo hagan hasta que se solucione el problema.

Por otra parte, desde que el estado de alarma se encuentra en vigor, se ha incrementado la cantidad de excrementos de perro en el pueblo. Se recuerda a los dueños de los perros que hay que llevar atados a los perros y que hay que recoger sus excrementos. Se pide responsabilidad y si no se actúa de tal forma, el Ayuntamiento se verá obligado a tomar otras medidas.